top of page
Foto del escritorVago Flores

enAMORando

Justo hoy conversaba con unos amigos de la universidad. Entre terror, dulces, cruda y blás, llegué a una afirmación que hasta yo me sorprendí: “El amor no cambia”. La premisa fue por el terror, pero creo que impacta más al decirlo de un sentimiento más “agradable”, ¿no? La forma en que los seres humanos amamos no se modifica. Ni lo hará. Estoy restringiendo la evolución humana, sí, su razonamiento y más chingaderas, lo sé. Pero, ¿desde cuándo el amor es una ciencia que pasa de teorías geocéntricas al heliocentrismo? ¿Una filosofía del presocratismo a la continental? Nel. No creo que así sea. “El arte de amar”, de nuevo, mamadas. No puedo decir que existe la amatoria ilustrada ni la romántica, ¡vaya ironía!, porque el amor no se ataña a reglas de movimientos sociales o racionales. El amor está en la forma de ser personal. ¿Por qué ya no se demuestra el amor “como antes”? No puede evitar imaginar a todas esas niñas en Twitter diciendo que quieren un amor como el de los 50’s o como el de las obras de Shakespeare… El amor no cambia. Nosotros cambiamos. El amor NOS cambia. ¿Desde cuándo hemos amado? Al menos YO no sé responder, porque no creo que acepten un: “Desde hace un chingo”. Sí, el amor nos cambia. Seguimos buscando sobrevivir. Queremos evitar todo tipo de daño, ¿no? En una sociedad tan alienada del contacto personal entre individuos, es lógico que cambien las formas de expresar cariño. El sentir está en recelo. Quizá este sería el momento en que me sale lo cursi y trataría de darte un mensaje bonito, cabrón, si es que lo hubiera, de que no dejes que el momento cambie las muestras de cariño, que si la de la esquina no te sonrió, te le pongas enfretne y le muestres hasta las muelas; no importa si cuando regalaste flores te torcieron la boca, tú retuérceles el pecho con un beso… Y así seguiría, si de eso se tratara. Pero el amor sólo sigue en celo.

Comments


bottom of page